Los instaladores explican cómo está afectando el aumento del uso de la fibra óptica
Protocolo MOST, la información se acelera
La industria del automóvil prepara el salto a la fibra óptica a través de la implantación de un nuevo estándar de cableado interno, el MOST bus. De momento solo algunos modelos de las marcas de alta gama lo llevan, pero su avance parece imparable. Sus principales ventajas son la velocidad, el ahorro de espacio y la sencillez a la hora de efectuar reparaciones. Sus inconvenientes, tener que depender de accesorios compatibles, en ocasiones bastante más caros. Hablamos con expertos instaladores para que nos orienten en este salto tecnológico de gran velocidad.
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La respuesta a esta ausencia la encontramos en la estandarización consolidada en nuestros coches de otro modelo electrónico de comunicación, el CAN Bus. CAN como acrónimo de Controller Area Network o red de área de control en castellano, y bus referido en informática al elemento que permite transportar grandes cantidades de información.
El CAN bus, aún generalizado, permite conectar a una misma red todos los elementos electrónicos de nuestro vehículo, desde el radioCD hasta el elevalunas pasando por el climatizador, el airbag o incluso el sistema de diagnóstico que tantas horas de mecánico nos ahorra. No obstante, al CAN bus le ha salido un competidor que está socavando todas las convenciones en materia de electrónica del automóvil: el MOST bus.
Origen del MOST bus
Saltamos ahora al 1997. Entonces se decide aplicar las ventajas de la fibra óptica al cableado del automóvil, creándose el Media Oriented System Transport (sistema orientado de transporte de medios) o MOST bus, avance que se presenta por primera vez aplicado en el Serie 7 de BMW, junto al sistema iDrive, causando mucho revuelo en el Salon de Fráncfort de 2001.
Las ventajas de este sistema pasan por ofrecer un tráfico de datos superior al resto de protocolos bus existentes en el automóvil, reduciendo considerablemente el cableado y, por tanto, también el peso de las instalaciones.
En su concepción el MOST utiliza una topología de anillo respecto la construcción del automóvil, si bien para aumentar su eficacia se puede optar por configuraciones de estrella o de doble anillo. Permite añadir pequeñas centralitas que facilitan el plug&play y por tanto la incorporación de dispositivos a lo largo de la red, siendo necesario que ésta cuente con un nodo central que ejecute el control time master cuya función es la alimentación de estructuras de datos para el resto de la instalación.
En materia de velocidad, el ancho de banda que nos deja disponible es bastante superior al del CAN bus. Si este último se movía entre un máximo de 1 Mega por segundo, el MOST permite una velocidad de hasta 500 MB/seg.
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Los instaladores opinan
Además de su mayor velocidad de transmisión de datos, Carlos Martínez del taller Audio-Equip de Granollers (Barcelona) señala otras ventajas del MOST: “Al funcionar por haz de luz, es un sistema en el que no existen las interferencias típicas de las comunicaciones por cables ya que no es sensible a las ondas electromagnéticas. Además, para el audio digital es necesaria una comunicación muy densa de datos, para lo cual el MOST es mucho más adecuado, ya que con el CAN bus podemos encontrarnos con limitaciones.
Pepe Lostaló, del taller zaragozano Autorradio Ramón Pérez Dalmau, nos comenta alguna otra ventaja práctica de la velocidad de este sistema: “La capacidad de transmisión de datos no tiene comparación posible. Como ejemplo de esto, la diagnosis. Actualizar una unidad de mando a través de diagnosis normal, teniendo que actualizar unidad de motor, antiguamente te podía costar un día entero. Ahora, a través de MOST se hace en dos horas. Porque el flujo de datos es mucho mayor y además más seguro, se reduce el porcentaje de fallo”, señala el instalador.
Mayor nitidez de sonido
Para Martínez, otra de las claves del éxito del MOST es el sonido. Mientras que sistemas anteriores como el CAN bus estaban pensados para muchos tipos de funciones electrónicas, el MOST ya cuenta con un diseño especialmente indicado para lograr la excelencia en materia de sonido. “Su nitidez es la clave”, comenta Martínez. “Si hablamos de sonido la diferencia es muy evidente. El CAN bus digital hacía pasar diversas comunicaciones por un mismo ancho de banda. El MOST se utiliza mucho más para audio y video por lo que la calidad es considerablemente superior. Su único inconveniente son sus costes de fabricación, superiores a los del CAN bus”.
Reportaje completo en el núm 89 de la revista 12 Voltios
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