La pasión por el tuning sigue latente
En la presente edición (nº 110 marzo 2016) publicamos una entrevista con Carlos Bonet (págs 6-8), propietario del taller Delta Tuning de Camarles (Tarragona), quien nos da su visión de cómo ha evolucionado el mercado de la personalización de vehículos en los últimos años. El car audio y el tuning han sido sectores que siempre se han dado de la mano. Ambos mercados han sufrido enormemente durante los duros años de la crisis, pero sin duda el tuning ha sido el peor parado.
Los cambios legislativos que se llevaron a cabo en 2011 en materia de reformas de vehículos fueron el principal detonante del brutal descenso que ha vivido el mercado del tuning en los últimos años. Anteriormente había mucha más permisividad para insertar adornos, luces o alerones en la carrocería de los coches, o realizar cambios de motorizaciones y ruedas, siendo este tipo de instalaciones una fuente de ingresos extras para muchos talleres. Todo ello cambió a raíz del nuevo Manual de Reformas de Vehículos de 2011, que endureció este tipo de reformas y se complicaron desde el punto de vista legal. En la práctica, muchos talleres abandonaron totalmente ese tipo de actividades, sobre todo por miedo a complicarse la vida y arriesgarse a posibles sanciones y denuncias. Sólo unos pocos especializados en el mundo del tuning prosiguieron con esa actividad, ahora bien, de una forma bastante más controlada y limitada.
A pesar de las trabas que pone la Ley, los consumidores mantienen viva la pasión por personalizar su coche. Nos lo cuentan los instaladores de car audio y talleres de tuning. A ellos acuden regularmente consumidores con preguntas del estilo ¿Puedo cambiar las ruedas por otras distintas a las originales? ¿Ponerle unos separadores? ¿Cambiar el motor por otro de más cilindrada? ¿Puedo instalar luces diurnas en mi coche de 10 años de antigüedad? Este tipo de clientes buscan respuestas claras y sin titubeos. Por desgracia, a menudo desde los talleres no siempre se sabe responder con certeza a esas preguntas y se acaba dando largas a esos clientes perdiéndose esos sencillos trabajos. O lo que es peor, puede que se vayan a otro taller que se vea capaz de hacerlo, con el riesgo de perder también ese cliente para otras instalaciones.
Para evitar esta situación, lo mejor que pueden hacer los talleres es estar bien informados de los trámites que se tienen que realizar para determinadas instalaciones. En este sentido, desde 12 Voltios recomendamos a los instaladores de car audio que acudan o consulten a los centros que realizan los Informes de Conformidad para la Legalización de Reformas, en el caso que tengan alguna duda sobre la viabilidad en la realización de una determinada instalación, ya que son muchas las reformas que sí se pueden hacer legalmente a un vehículo, incluso directamente en aquellos casos en los que no hace falta realizar un proyecto.
La voluntad de personalizar y mejorar las prestaciones del vehículo sigue igual de vigente que siempre, solo hace falta que los talleres sepan manejar esta demanda ofreciendo soluciones a las inquietudes de los usuarios. Para ello es básico estar bien informado.
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