¿Qué prestaciones aportan las llantas grandes?

La razón por la cual se imponen cada vez más las llantas de gran diámetro, no es otra que la evolución de la estética de los coches modernos. Los SUVs y crossovers se han impuesto como una de las tipologías de vehículos con mayor crecimiento de ventas y éstos requieren grandes llantas y grandes neumáticos. Incluso los coches que no solemos encasillar como crossover, han asumido la estética de éstos y se han visto condicionados hasta tal punto que en ellos una llanta pequeña desentona. Esta situación nos ha dejado casos incluso sorprendentes, como que el nuevo Renault Scénic equipe de serie llantas de 20 pulgadas. Pero hay que tener presente que el uso de llantas más grandes en los coches conlleva varias consecuencias.

La proliferación de SUVs y crossovers es uno de los principales motivos que explican la tendencia de equipar los coches con llantas cada vez más grandes

No hay que olvidar que a la hora de elegir la medida de las llantas entra en juego un factor importante: el diámetro total de la rueda. Todos los vehículos están diseñados –y sobre todo homologados- para rodar con una circunferencia concreta en el conjunto de llanta y neumático, lo cual no se puede alterar a la ligera sino queremos tener problemas a la hora de pasar la ITV.

Estética y prestaciones
Usar llantas más grandes no es solo un tema puramente estético. Este tipo de llantas ofrecen una serie de prestaciones a tener en cuenta, especialmente porque normalmente mayor diámetro de llanta implica también mayor anchura de neumático. Ello permite una mayor superficie de contacto sobre la carretera, lo que aporta mayor agarre y mayor estabilidad del vehículo. Además, al disponer de una mayor contacto con el asfalto, la fuerza de frenada generada por las pinzas de frenos será más efectiva al disponer de más agarre en el asfalto. 

Pero hay más ventajas. Generalmente, aunque siempre hay excepciones, los neumáticos más anchos suelen incorporan un perfil más bajo, que proporciona un contacto del asfalto más directo con la llanta. El perfil bajo reduce la distancia de ésta sobre el asfalto y genera una mayor precisión en la conducción, especialmente a la hora de tomar curvas, ya que la fuerza de atracción es mayor y más estable. Por este motivo muchos deportivos los montan para optimizar el paso por curva. 

Además de las prestaciones mencionadas, hay que sumar la estética, que es otra de las motivaciones que ha permitido aumentar la tendencia de las llantas de grandes. 

Detalles a tener en cuenta
Utilizar llantas grandes conlleva otras consecuencias que hay que tener en cuenta y que pueden ser especialmente contraproducentes en función del tipo de vehículo que se use. Por ejemplo, una llanta de mayor diámetro puede requerir un esfuerzo mayor para facilitar su movimiento, lo que en última instancia hará que nuestro coche sea menos ágil en aceleraciones. Esta consecuencia es inapreciable para vehículos potentes, pero para aquellos que tengan un número discreto de cavallos podría afectar a la agilidad del vehículo.

Otra consecuencia es que –normalmente- si optamos por unas llantas de mayor tamaño a menudo nos veremos obligados a montar neumáticos de un perfil más bajo. Una consecuencia de este tipo de neumáticos es que al reducir su grosor también se reduce la capacidad de amortiguación del neumático, lo que en última instancia podría derivar en que se noten más las imperfecciones de la carretera. Ello solo podría ocurrir con suspensiones duras y deportivas. Con un vehículo con suspensiones diseñadas para uso urbano, es decir con una dureza media, este inconveniente apenas será apreciable.

Como hemos comentado montar unas llantas más grandes implica generalmente aumentar el grosor del neumático, lo que hace también que aumente ligeramente la resistencia a la rodadura. Eso se traduce en que puede haber un pequeño aumento en el consumo del vehículo. Por último también hay que tener en cuenta que el aquaplaning aparece ante en los neumáticos anchos, pero por el contrario este tipo de neumáticos frenan mejor en seco (como hemos mencionado anteriormente), al tener una mayor superficie de contacto con el asfalto.

A nivel de rendimiento, los neumáticos más grandes ofrecen más estabilidad, mayor agarre en curva y un mejor frenado en seco
 

Conclusión
En definitiva, montar unas llantas más grandes tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Se trata de una decisión muy personal y que además de las evidentes ventajas estéticas, ofrece otras prestaciones que mejoran la conducción, como mayor estabilidad, mayor agarre en curva y un mejor frenado en seco. 

En todo caso conviene sopesar los pros y los contras de cada tipo de llanta, así como después estudiar cuáles son los mejores neumáticos para el coche. Eso sí, incorporar una llanta más grande al vehículo no conlleva un coste demasiado alto y ofrece diferentes prestaciones más allá de la estética. Por ello, se trata de un tipo de personalización muy de tendencia, que sigue ganando cada vez más adeptos.