ADAS obligatorios desde julio de 2022
El pasado 1 de julio entró en vigor una normativa de la unión europea que obliga a que todos los vehículos homologados a partir de dicha fecha incorporen de serie ocho tecnologías de asistencia a la conducción (ADAS). Las repasamos en este artículo.
Como parte de su proyecto Visión Cero, que persigue eliminar la pérdida de vidas en nuestras carreteras causada, la Unión Europea da ahora un nuevo salto al implantar desde el pasado 1 de julio la obligación de que todos los vehículos nuevos equipen una serie de sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS, por sus siglas en inglés), destinados a mejorar la seguridad del vehículo y de sus ocupantes, pero también la del resto de usuarios de la vía.
La UE quiere que para 2050 la estadística se aproxime lo más posible a cero muertes y cero lesiones graves relacionadas con los accidentes de circulación, con una primera escala a medio plazo también muy ambiciosa: que la reducción sea ya del 50% de aquí a 2030. Pero para el periodo de 2010 a 2020 se había fijado un objetivo similar y no se pudo alcanzar esa pretendida reducción a la mitad de las víctimas, y de ahí que los responsables de la seguridad vial en Europa quieran explotar al máximo las posibilidades de las tecnologías más innovadoras aplicadas a los vehículos, para reducir las probabilidades de que ocurra un accidente o, si este finalmente se produce, que sus consecuencias resulten menos graves que hasta ahora.
Si desde 2014 son obligatorios en todos los vehículos que se homologuen sistemas como la alerta de cinturones de seguridad delanteros desabrochados o el control de presión de los neumáticos, y desde 2018 también se obliga a equipar en los nuevos coches lanzados el sistema de llamada de emergencia E-call en caso de siniestro, ahora la relación de nuevos dispositivos de seguridad obligatorios crece exponencialmente, pues ocho nuevos ADAS son obligatorios desde el 1 de julio cuando un fabricante homologue un nuevo vehículo. Esta obligación no afecta lógicamente a los vehículos ya vendidos, pero tampoco a los que están a la venta o aún no han sido fabricados pero fueron homologados con anterioridad al 1 de julio de 2022. A continuación repasamos las características de los 8 ADAS que han pasado a ser obligatorios:
Alerta de cambio involuntario de carril (LDW)
Este sistema, presente ya en muchos de los actuales modelos, avisa al conductor de que está perdiendo la trayectoria del coche y se está saliendo del carril a través de señales luminosas, acústicas o hápticas (vibración sobre el volante o el asiento). La evolución de esta tecnología es el LKA (Lane Keeping Aid) o LKAS (Lane Keeping Assist System), un sistema activo de mantenimiento de carril. Es capaz de mover el volante o de intervenir sobre el control de estabilidad (ESP), actuando sobre los frenos y sobre las ruedas opuestas a las que pisan la línea.
Asistente de velocidad inteligente (ISA)
Este sistema tiene como objetivo controlar la velocidad de tu coche para asegurarse de que circulas respetando los límites máximos de cada vía. ¿Cómo funciona? Primero te avisará y si ignoras esta alerta, limitará automáticamente la velocidad del vehículo impidiendo que superes el margen establecido.
Bloqueo de vehículo con alcoholímetro
En 2019, según los datos del Instituto Nacional de Toxicología (INE), el 45,5% de los conductores fallecidos en un accidente de tráfico a los que se les realizó la autopsia dieron positivo en alcohol, drogas y/o psicofármacos. Para poner coto y solución a este problema, la Unión Europea obliga a que todos los coches homologados a partir de julio de 2022 cuenten con la preinstalación de un sistema que facilite la implementación de un alcoholímetro con bloqueo. La posterior instalación dependerá de cada país, que serán los encargados de decidir si este sistema afectará a todos los conductores o sólo a algunos como los profesionales. Conocido también como ‘alcolock’, no sólo permite conocer el grado de alcoholemia del conductor, también le impedirá arrancar el coche si supera la tasa máxima permitida.
Cámara trasera con detección de tráfico cruzado
Sirve para reducir el riesgo que entraña la falta de visibilidad cuando maniobramos marcha atrás: tanto es así que ha sido desarrollado especialmente para los aparcamientos en batería. Al estar asociado al detector de ángulos muertos, podremos saber si un vehículo o un peatón se aproxima por cualquiera de los laterales posteriores a una distancia máxima de 30 metros. ¿Cómo? La cámara proyecta unas flechas rojas que señalan la dirección en la que se encuentra ese potencial peligro. Si el conductor no reacciona a este aviso visual, se producirá una señal sonora progresiva antes de que el sistema actúe sobre los frenos.
Detector de fatiga y somnolencia
La DGT calcula que el 20-30% de los accidentes de tráfico que tienen lugar en nuestras carreteras están relacionados, de alguna manera, con la fatiga. Razón por la que se han desarrollado tecnologías que alertan al conductor cuando disminuye su capacidad de concentración al volante. Este sistema enciende una señal luminosa en el cuadro de instrumentos cuando detecta que hemos pasado demasiado tiempo al volante sin haber hecho una parada. Si lo ignoramos, aparecerá otro mensaje para que nos detengamos a descansar. La evolución de este sistema permite analizar nuestras reacciones y gestos: si detecta variaciones en la conducción respecto a un patrón de normalidad, nos avisará para que hagamos un alto.
Caja negra (EDR)
Semejantes a las que portan los aviones, el Registrador de Datos de Eventos (Event Data Recorder, EDR) recopila información y la almacena para, en caso de accidente, poder conocer lo que ha ocurrido antes, durante y después del siniestro. Para ello, grabará todos los datos durante los 30 segundos previos al siniestro y los cinco posteriores.
Frenada de emergencia
A veces, los conductores no calculan correctamente la intensidad necesaria para frenar. La encargada de corregir esto es la frenada de emergencia, cuya misión pasa por acortar al máximo la distancia de frenado. Para ello se asocia con el ABS y el Control de Estabilidad. Este sistema mide la intensidad con la que el conductor pisa el pedal del freno y la velocidad con la que se libera el acelerador. De esta manera, detecta si estamos ante una situación de inminente peligro y si es así, entra en funcionamiento.
Alerta de cinturón en las plazas traseras
Aunque ya hay fabricantes que lo incluyen, será a partir de ahora cuando sea obligatorio. Este sistema detecta si una de las plazas traseras está ocupada mediante dos sensores: uno de carga y otro situado en la hebilla del cinturón, que comprueba si está bien cerrado. Si no es así, envía un mensaje al conductor a través de la pantalla del cuadro de instrumentos o de la central.
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